El cohousing es un modelo residencial formado por viviendas de uso privativo y zonas comunitarias en la que reside una comunidad que autogestiona y autopromueve el proyecto desde sus cimientos.

Es decir, el cohousing, además de ser una fórmula que da respuesta a un techo, pone la mirada en la colaboración y socialización entre vecinos. De ahí la relevancia de que se reúna una comunidad con ideas afines.

Se puede ampliar información visitando las webs de los ejemplos cercanos que explican sus experiencias:

• Las viviendas colaborativas de Entrepatios cohousing en Madrid
• Las Carolinas en Madrid
• La cooperativa de Cooperativa La Borda en Barcelona

En los siguientes apartados, vamos a analizar tres aspectos muy ligados al cohousing:

• Social
• Economía colaborativa
• Ecología

Cohousing – Social

Espacios para la equidad en los que se promueven la inclusión de mujeres y mayores y la colaboración entre personas

Hagamos un pequeño recorrido por la historia para ver las respuestas que la sociedad ha dado a diferentes crisis sociales, veamos los antecedentes del cohousing.

El cohousing se conoce cómo un concepto desarrollado en Dinamarca en los años 60 y que se extendió por Europa en los años 80 sobre todo en Reino Unido y Alemania. Inicialmente, la idea era reunir a familias jóvenes que se pudieran ayudar a cuidar de l@s pequeñ@s de la familia, así como compartir las tareas del hogar.

Aunque incluso antes de esta época ya existían este tipo de cooperativas que respondían a inquietudes y necesidades sociales.

En 1879 en la época preguerras ya August Bebel, padre y teórico de la socialdemocracia alemana escribió el libro “La mujer en el pasado, en el presente y en el porvenir” en el que expuso su estudio sobre el lugar ocupado por la mujer a lo largo de la historia. Ahí defendía que la situación de esclavitud doméstica de la mujer estaba directamente ligada al modelo de producción y concluía que socializar el trabajo doméstico pasaba por una lavandería colectiva, así como por una cocina comunal-cooperativa.

Ya 1900 se empezaron a crear cooperativas de viviendas en Alemania.

A día de hoy hay una tendencia hacia el SENIOR COHOUSING, con la idea de tener espacios privados y otros espacios comunes y actividades compartidas para evitar la soledad que acompaña a muchos de nuestros mayores. Así, se consigue una red social, además de aumentar la seguridad individual, pues vivir en comunidad facilita dar y recibir ayuda.

Cohousing – Economía colaborativa

Además de la compra y el alquiler se empieza a extender este modelo en el que no hay cabida a la especulación.

El objetivo de este tipo de modelo es crear mediante un proceso participativo cooperativas en régimen de cesión de derecho de uso de la vivienda, es decir, el inmueble es propiedad de la cooperativa y cada núcleo familiar podrá disfrutar tanto de los espacios privativos, como comunes mientras participe de la cooperativa.

No hay cabida a la especulación pues si se decidiera abandonar ese espacio no se podría vender de manera particular, sino que seguiría formando parte de esa cooperativa. De este modo, la familia que abandonara recuperaría lo estipulado en desde un inicio en los estatutos.

Cohousing – Ecología

El cuidado y la vida son el centro.

El concepto de vivienda ecosocial se amplía al cuidado de la naturaleza con una gestión más responsable de los recursos. De ahí que en este tipo de proyectos se tenga muy en cuenta la sostenibilidad promoviendo edificaciones construidas con criterios de una muy alta eficiencia energética y con materiales naturales, es decir, una casa  sana y pasiva que, además repercute directamente en un gasto mínimo de energía.

Por otro lado, se priorizan materiales naturales y sostenibles obteniendo como resultado, ambientes interiores saludables y confortables.

Si necesitas información sobre nuestros servicios no dudes en contactar con nosotras.